miércoles, 18 de septiembre de 2013

SI LA GENTE PUDIERA VER QUE EL CAMBIO SE PRODUCE COMO RESULTADO DE MILLONES DE PEQUEÑAS ACCIONES QUE PARECEN TOTALMENTE INSIGNIFICANTES, ENTONCES NO DUDARÍAN EN REALIDAD ESOS PEQUEÑOS ACTOS.

martes, 17 de septiembre de 2013

Película recomendada

Beginners (2011) - Ewan McGregor. Christopher Plummer.
Una persona cambia por tres razones, aprendió demasiado, sufrió lo suficiente o se canso de lo mismo.

El tiempo pasa

El tiempo pasa y no estas. Cada día cuando entra el sol por mi ventana pienso en ti. Pienso en tu mirada, en tu voz, en tus gestos y tengo miedo de que pase el tiempo y no me acuerde de todo eso. Se que no, que siempre estarás en mi corazón y que nunca me olvidaré de ti.
No tengas miedo de los cambios lentos, solo ten miedo de permanecer inmóvil.

lunes, 22 de julio de 2013

EXTRAÑAR

Extrañar, es sentir el vacío de alguien que se fue.
Ese vacío que embarga tú vida,
tú corazón y toda tú alma, un dolor
inexplicable, que no hay palabras que te consuelen.

Extrañar, es sentir cómo
una parte de ti, se va
cuándo alguien parte lejos.

Extrañar... lo vives,
cuándo realmente sabes lo que es amar.

viernes, 19 de julio de 2013

Se que me cuidas


BONITO POEMA DE LISY

Pocas horas en silencio pero se hacen tan largas sin ti...
Las memorias compartidas son tantas, tu recuerdo me abraza
Infinitos momentos que nunca olvidaré, porque tu presente ausencia
no te borra de mí, al contrario, te siembra para siempre.

Cuando te vuelva a ver, los pajarillos tendrán un nuevo canto
Los colores se reinventarán en un nuevo universo
donde los quereres son eternos y no se romper por partidas tristes
porque en el cielo, no hay dolor, no hay despedidas sino reencuentros.

Con eterno amor...Tu hija

Autor: Lisy



jueves, 18 de julio de 2013

PELICULA RECOMENDADA

                                                         Imagen promocional "lejos de ella"
Lejos de ella es otra historia de amor maduro, pero más dulce y menos lacerante que Amor. La cinta planea sobre la memoria, o el olvido, y los tortuosos vericuetos de un largo matrimonio: llevan 50 años casados, poseen un sentido del compromiso aparentemente inquebrantable y una vida llena de ternura y  humor. Fiona tiene ciertos bailes de memoria, pero cuando estos fallos se vuelven más evidentes y dramáticos, ninguno de los dos puede seguir eludiendo la realidad: Fiona padece Alzheimer y ella misma decide ingresar en una residencia especializada. En días, Fiona parece no acordarse de su marido y haber volcado todo su afecto en Aubrey, otro residente. La historia tiene varios giros tortuosos y con un guion austero y claro, y una dirección llena de matices, es una historia de amor sin empalagos. Una historia sobre la lealtad y la naturaleza del compromiso puesto al límite.

PELICULA RECOMENDADA

 MI VIDA ES MÍA (Whose Life is It Anyway). 1981. EUA. Dir: John Badham

Argumento:
Una película basada en la obra teatral del mismo título de Brian Clark.
Ken Harrison es un escultor que sufre un accidente de circulación muy grave. Queda paralizado de todo el cuerpo, de manera que sólo puede hablar. En el hospital dispone de una pequeña zona aislada, y todos los que le atienden simpatizan con él ya que es amable y tiene sentido del humor a pesar de su trágica situación. Con el tiempo Harrison, llega a la determinación de que quiere morir, debido a que su vida carece de sentido. Deberá enfrentarse a los tribunales, ya que sólo ellos pueden autorizar a los médicos a dejarle salir del hospital, que para él equivale a la muerte ya que le dejan sin la ayuda necesaria para su supervivencia.

Fuente<: http://didacticadelamuerte.blogspot.com.es/2010/01/101-peliculas-educativas-sobre-la.html

Manos de mamá. Liana Castello, escritora argentina. Cuentos para adultos. Historias de vida.


Tres años hacía ya que Mauro había enviudado. Tres años hacía ya que la vida le había enseñado que todo, absolutamente todo, puede pasar.

Mauro había aprendido lo que todos deberíamos saber, pero no queremos hacer carne: en cualquier momento y a la vuelta de la esquina, la vida puede cambiar radicalmente. Una enfermedad, la más cruel, la más temida se había llevado a su esposa y había dejado a su pequeña hija sin su mamá.
Fue muy difícil entender la ausencia y, más difícil aún, acostumbrarse a ella. Los primeros tiempos, luego de la muerte de Laura, resultaron intensos, crueles, inentendibles. Mauro sentía que los días pasaban como las estaciones de un subterráneo en el que no quería viajar y cuyo destino era incierto.
El tiempo fue transcurriendo, y la vida –que se acomoda a lo que la muerte dispone– continuaba su curso. Todas las manos que amorosamente habían colaborado en esos primeros tiempos retomaron sus propias vidas, y Mauro debía arreglarse solo, y con su pequeña hija.
A partir de ese momento, a la ausencia de Laura se sumó otra más: la de sus manos. Mauro jamás había pensado en todo lo que las manos de su esposa hacían y, menos aún, en cómo lo hacían. La comida diaria fue uno de los primeros desafíos que tuvo que enfrentar. No era demasiado el apetito que tenían por ese entonces, y pasó dignamente esa prueba. Los quehaceres de la casa quedaron a cargo de una empleada, quien intentaba –sin éxito– que la casa volviese a parecer un hogar.
Mauro tuvo que aprender a cepillar el cabello de su hija, a colocar una hebilla, y en esas aparentes pequeñas cosas, se sentía mucho la ausencia de unas manos de mamá. Las comparaciones no tardaron en llegar:
─¡Mamá me peinaba mejor, tú no sabes colocar una hebilla!
─Mamá forraba mejor mis cuadernos, me arropaba con más cuidado, cantaba mejores canciones, contaba cuentos más bonitos.
─¡Me tomas demasiado fuerte de la mano para cruzar la calle!
Mauro sabía que todo eso era cierto, pero también sabía que su hija debía acostumbrarse a esa nueva realidad. La ausencia del ser amado adquiere la inmensidad del océano y su profundidad también. Se distingue en su inmensidad y se siente en cada pequeña gota que lo conforma.
Pensó, alguna que otra vez, que todo hubiese sido más sencillo si su hija hubiera sido varón.
─¿A quién quiero engañar? ─se dijo─.
Seguramente, Laura le hubiese atado mejor los cordones de los botines. No era fácil ser padre solo y menos de una niña. ¿Y cuando creciera? ¿Y cuando tuviese dudas con su cuerpo? ¿Y cuando irremediablemente alguien le rompiese el corazón? Sin dudas, la ausencia de la mamá la sentiría aún más.
Como fuere, había que seguir adelante. Mauro sabía que jamás reemplazaría el lugar que había ocupado su esposa, pero se las ingenió para aprender muchas cosas, desde colocar una hebilla con gracia, hasta decorar una torta de cumpleaños.
Su hija ya no se quejaba de la comida, ni de cómo la peinaba. Tampoco de cómo la tomaba de la mano para cruzar la calle. En la soledad de una vida sin mamá, era muy necesario que su papá le infundiera fuerza y confianza.
Un día, ambos comenzaron una vida nueva, no la del dolor en la que deja sumido la muerte, sino otra diferente, donde volver a ser feliz era el gran desafío. Poco a poco, lo fueron logrando.
Descubrieron juntos que el sol seguía brillando y que el cielo seguía siendo de un hermoso color azul. Sus vida se reacomodaron porque la muerte no siempre tiene la última palabra.
De algún modo, de esos que solo el amor conoce, Laura acompañó siempre a su pequeña hija. Sus manos la acariciaron durante toda su vida, porque las manos de una mamá obran maravillas, entre ellas, vencer a la muerte.
FinCopyright Liana Castello 2012
Todos los derechos reservados

miércoles, 17 de julio de 2013

La despedida. Liana Castello, escritora argentina. Cuentos para padres. Cuento sobre la muerte de una madre.

- ¡Hay un monstruo mami!- Grité llorando.
Ella vino corriendo, como siempre, dispuesta a tranquilizarme.
- ¿Dónde hija? Preguntó con una sonrisa consoladora.
- En el placard, se asoma y me mira – Contesté.
Y se quedó toda la noche acariciándome y diciéndome que los monstruos sólo vivían en las pesadillas y que ella se quedaría conmigo para que mis sueños fuesen lindos y el monstruo no volviese.
Ahora me pregunto si estará soñando ella con algún monstruo. Ya casi no abre los ojos y es poco lo que dice. De vez en cuando, una lágrima cae por su rostro y estoy segura que algún monstruo también ella ve, pero que no es parte de una pesadilla, sino de una realidad.
“Sólo es cuestión de tiempo” Dijeron los médicos. A pesar de su edad, su corazón parece resistir los embates del tiempo y no quiere detenerse.
- Creo que estoy enamorada –Le dije un día.
Y ella se sentó a escucharme y contarme de qué se trataba el amor.
- No me quiere, mamá, sé que no me quiere –Le conté otro día llorando.
Y ella se sentó a escucharme y contarme de qué se trataba el desamor.
Ahora soy yo la que está sentada a su lado, tratando de entender de qué se trata la vida o mejor dicho la muerte. Ahora sostengo yo su mano, como tantas otras veces ella sostuvo la mía. Pero su mano ya casi no tiene vida.
No es aquella que cocinaba para mí, que cocía mis disfraces, que me peinaba cada mañana y me acariciaba con ternura.
- No me siento bien, hoy no quiero ir al colegio –Vuelvo a recordar.
- ¿Duele la panza o el corazón? –Preguntaba con una sonrisa cómplice.
Ahora es ella la que no está bien y aunque sé que ya es anciana y está muy enferma, presumo que también le duele el corazón, aunque no sea éste el motivo de su enfermedad. Infinitas fueron las veces que trató con dulzura y paciencia de entender cómo y qué sentía. Cómo estaba y qué me pasaba.
Ahora soy yo, quien intento comprender qué pasará por su mente en esta antesala de la muerte ¿Sufrirá mucho? Me pregunto, como ella debe haberse preguntado tantas veces respecto de mí.
Sin embargo, a diferencia de entonces, yo no tengo el amoroso poder de sanar sus heridas, como ella sanaba las mías, o al menos las atenuaba. Dormita, a veces despierta un poco, balbucea.
No quiere tomar los remedios y como ella hacía conmigo, se los doy igual. Sé que es el final y no puedo hacer nada más que tomar su mano y esperar para darle su beso de despedida que no será igual a los otros besos que le daba cuando me iba al colegio, al trabajo o de viaje. Será el último y el que más me duela darle.
- Estoy aquí mamá, contigo, aquí me quedo – Le repito una y otra vez.
Ahora los roles se han invertido y me quedo con ella para que no tenga miedo. Tomo su mano para que sepa que no está sola y que sola no partirá porque una parte de mi se irá con ella. Así como ella siempre estuvo conmigo sabiendo que algún día yo haría mi vida, ahora yo estoy con ella, sabiendo que sólo la espera la muerte.
No se los días que llevo tomando su mano, tampoco sé cuántos más quedarán. Algunas veces quisiera detener el tiempo, seguramente como ella deseó más de una vez cuando yo era pequeña. Otras muchas, deseo que parta ya porque algunas son leyes de la vida y otras son leyes de la muerte y ambas son las leyes que nos rigen.
No quiero que sufra, pero no puedo evitarlo. Parece extraño cómo todo se parece, como el pasado y el presente pueden tener puntos en común.
Ella sostuvo mi mano toda la vida para que yo aprendiese a vivir, para que me equivoque y vuelva al camino correcto, para que jamás me sintiese sola aún cuando sola quisiera estar.
Hoy estoy yo aquí con mi mano en la suya, tal vez con la esperanza de que aprenda a morir, que no tenga miedo, que sienta que no está sola, que sepa que los monstruos no existen.
Cuando la muerte la alcance, cuando su corazón se canse de batallar, cuando la última lágrima corra por su rostro, quiero estar ahí dándole la mano, devolviéndole si fuese posible, una ínfima parte de lo que ella me dio y que parta en paz.
Fin

jueves, 11 de julio de 2013

QUISIERA QUE EXISTIERA UNA ESCALERA AL CIELO Y ASÍ IRTE A VISITAR TODOS LOS DÍAS.

Libro recomendado

VIVIR HASTA DESPEDIRNOS

Elisabeth Kubler- Ross, Luciernaga, 2007

El reencuentro contigo

Viajar hasta donde tu naciste, volver donde iba cada verano contigo... Ver a tus padres, a tú hermana, a tú sobrina...

Cuando emprendí este viaje, me entro ansiedad, estuve apunto de dar la vuelta, no sabía que me iba a encontrar.
Pero fui valiente y tire para adelante. Cuando llegué, vi a tu madre guapa y hermosa como siempre, dándome un abrazo y llorando desconsoladamente, te sentí. Entre en tu casa, y vi a tu padre en la cama sin poder levantarse, te vi a ti, me entro un mareo, le abracé, más llantos y sensación de vacío y a la vez alivio.

La sensación de estar cerca de ti, de estar en tu tierra natal.

sábado, 6 de julio de 2013

volver

Volviendo del pueblo de mi padre. Duro, sensaciones nuevas,  familia, recuerdos. ..en fin, muchas palabras por contar que cuando descanse escribiré. 6

martes, 25 de junio de 2013

La mirada de mi madre

Que tristeza cuando veo a mi madre, con su mirada triste, ojos apagados, ojos llorosos...
Que tristeza cuando veo a mi madre sin ganas de hacer nada, sin ganas de vivir... Intentando animarla cada día, dando todo el amor que se puede dar a una madre, simplemente yo cuando llego a casa me derrumbo.

Libros recomendados

DE ORUGA A MARIPOSA

Anji Carmelo, Tarannà Edicions, 2008.

Una visión más completa del duelo.

Bonita canción

TE QUIERO

Libros recomendados

APRENDER A MORIR

Thomas A. Preston, Amat Editorial, 2005

Asumir el mando final de nuestra vida y preparar el entorno para una muerte llena de paz y dignidad.

lunes, 24 de junio de 2013

Saber crecer a través del duelo, es el único camino hacia una existencia plena y positiva.


Guia del duelo infantil

http://www.fundacionmlc.org/web/uploads/media/default/0001/01/guia-duelo-infantil-fmlc.pdf

Libro recomendado

SOBRE EL DUELO Y EL DOLOR
Elisabeth Kubler-Ross; David Kessler, Luciernaga 2006

Incluye historias cortas e ilustrativas sobre temas diversos y capítulos sobre la tristeza, los recuerdos, los sueños, el proceso de aceptación y el aislamiento durante el proceso del duelo.

recursos

http://apoyoalduelo.com/

En el tanatorio

Viernes, el cuerpo de mi padre llega sobre las 6 de la tarde.

Después de verlo en el hospital, aún no lo había vuelto a ver.

Tenía miedo, miedo de verlo en la caja , solo pensaba que si habría quedado guapo, bello, hermoso como el era, o si mi última imagen de el, seria horrible.

Cuando llegué al tanatorio, se encontraban mi abuela y mi tío, él me cogió del brazo y me dijo; ¿ lo quieres ver? yo sin dura-lo le conteste con un rotundo SI .

Me temblaba todo, mi cuerpo se dejó llevar y cuando lo vi, estaba guapísimo, le dejaron esa sonrisa que siempre tenia, esa sonrisa que he heredado de el.

Quería besarle, quería que abriera los ojos, pero no fue así... entonces en esos momentos me derrumbe.

Las próximas horas, fueron muy raras, vino mucha gente, me daban el pésame a mi y a mi madre, pero no conocía a casi nadie, me dejaba llevar, mi mente estaba en otro mundo, mi mente estaba con mi padre.

Sólo quería que acabara esa pesadilla, sólo quería enterrar a mi padre.


http://www.palabraselegidas.com/textos/la_muerte_nuevo_comienzo.htm

Palabras de Consuelo: La muerte como un nuevo comienzo

domingo, 23 de junio de 2013

Esta noche de san juan cena el familia, faltas tu pero hemos brindado por ti, por el amor que nos has dado siempre y por el amor que a quedado, te quiero papa.

http://es.wikipedia.org/wiki/Duelo_(psicolog%C3%ADa)

Para saber afrontar el duelo como tal, antes de todo nos hemos de concienciar de que es, y sobretodo que es un proceso normal, en que toda persona que ha perdido un ser querido lo ha de pasar sin miedo a afrontarlo.

sábado, 22 de junio de 2013

Pensamientos... que hacer, es verdad???

En esos momentos, no piensas, no reaccionas, no sabes que esta pasando...Sólo ves a tu padre tumbado en una camilla, con los ojos cerrados, frío, quieto... con tubos, cables... lo ves y sabes que el ya no está aquí, pero tu sientes que si, que el esta como siempre a tu lado... Los primeros momentos, después de la noticia, estas en xoc, los médicos solo preguntan si estamos bien, tila tras tila, intentan decir cosas de ánimo, pero tú solo ves a tu padre ahí, como si estuviera durmiendo y te preguntas si es verdad o no lo que esta pasando...

La maldita noticia!

 La espera en el hospital fue interminable.
Al cabo de una media hora, nos llaman, mi madre, yo y mi abuela fuimos corriendo, entramos en una sala muy pequeña y viene una enfermera y nos dice que esperemos un poco, que le están haciendo pruebas.
Entonces me viene a la mente, que eso es buena señal, que esta bien.

Pasan minutos, interminables por cierto, y aparece la doctora, entonces fue cuando nos dice que mi padre, a causa del fuerte golpe que llevaba en la cabeza no a podido sobrevivir....

En aquellos momentos no pensé en mi madre, no pensé en mi abuela, solo quería salir de esa sala tan tan asfixiante y gritar, llorar...

Se que estas ahí, dándome fuerzas, dándome apoyo y en silencio me dices "sigue adelante hija".

viernes, 21 de junio de 2013

Adiós papa!!!!

Hoy 21 de Junio, empiezo a escribir en este blog, intentando describir las sensaciones, pensamientos y emociones que tengo después de perder a mi padre por una accidente de trabajo.

Empezare recordando aquel fatídico 10 de Abril del 2013.

Mi padre trabajaba en una empresa dónde cada día se levantaba a las 5 de la mañana para cumplir con su jornada laboral. Tenía 53 años y llevaba trabajando desde los 14 años, toda una vida dedicada a esa empresa.
Aquel día, como todos los días, se levantó, dio un beso de despedida a mi madre, le dijo "hasta luego cariño" y se fue, pero ya no volvió.

Ese miércoles, me tocaba trabajar de mañanas. A eso de las 10 de la mañana veo entrar a mi pareja por la puerta de la tienda, había ido a una entrevista de trabajo, yo pensé, "seguro que viene a decirme que lo han cogido"... pero no, me dijo que mi padre había tenido un accidente de trabajo y que se lo llevaban hacia el hospital de Barcelona. Cogí mis cosas, sin pensar y nos fuimos para el hospital. Durante el camino, pensaba en mi padre y en que le había podido pasar, ¿se habría pillado con alguna maquina? ¿ se habría quemado? ¿se habría caído? ... en aquellos momentos no sabía, mi mente no paraba de pensar en él... me venían imágenes de él, contento, riendo...como siempre era.

Llegamos al hospital y vi a mi madre desolada, aún no sabíamos que le había pasado...